Picaduras de avispas o abejas
Las picaduras de avispas y abejas son muy frecuentes en las épocas de más calor, como en primavera / verano y sobre todo al atardecer.
Se pueden intentar evitar procurando no acercarse a los lugares donde se concentran, como nidos o panales, no correr si el insecto está cerca o se posa sobre el cuerpo y no ir descalzos en zonas de hierba y flores.
Las picaduras de esos insectos pueden producir distintas reacciones que van desde el dolor hasta reacciones alérgicas.
Por ello, es muy importante identificar los síntomas y saber qué hacer cuando al niño le ha picado una abeja o avispa.
Ante una picadura se pueden experimentar:
- Reacciones leves (dolor punzante, hinchazón y mancha roja en el local).
- Reacciones moderadas (enrojecimiento e hinchazón en la zona de la picadura).
¿Qué hacer ante una reacción leve o moderada de la picadura?
Lo primero de todo es mantener la calma.
Lo normal es que tu hijo estará muy nervioso, asustado y dolorido.
Si los padres están tranquilos ayudará a que él se calme.
Retírale pulseras, anillos u objetos que puedan apretar la zona afectada por si esta se hincha.
Limpia la zona con agua y jabón.
Intenta que no se rasque.
No apliques remedios caseros, tierra húmeda o saliva.
Aplica frío local, como hielo envuelto en un pañuelo o paño.
Si la picadura es de abeja, estas suelen dejar el aguijón que en su interior contiene veneno. No utilices pinzas para extraerlo, podrías exprimirlo y vaciar más veneno dentro de la piel. Utiliza mejor el DNI o una tarjeta de crédito.
Utiliza una crema de corticoides si la tienes a mano.
- También puede ocurrir, aunque con menos frecuencia, una reacción grave (urticarias, dificultad para respirar, pulso débil, hinchazón de la garganta y lengua, etc.). En este caso debes de acudir inmediatamente al servicio de urgencias más cercano.