Preparación correcta del biberón.

Preparación correcta del biberón.

Cómo preparar un biberón de leche infantil.

Hay varios temas que hay que tener claro de cómo preparar un biberón de leche infantil.

Uno de ellos es que es muy importante la higiene.

Antes de preparar el biberón debes lavarte las manos. 

Evitaremos cualquier pequeña contaminación que pueda ocasionar problemas gástricos al delicado e inmaduro sistema digestivo del bebé. 

Durante los primeros meses, el biberón debe estar esterilizado previamente a cada toma. 

Índice.

  • ¿Qué agua es mejor para los biberones?.
  • Preparación correcta del biberón.
  • Qué es lo que no debes hacer nunca.

 

Otro de los temas estrella sobre cómo preparar un biberón de leche infantil.

¿Qué agua es mejor para los biberones?.

Para la preparación de los biberones se puede usar agua mineral envasada o agua del grifo hervida. 

Con respecto al agua de consumo  público (ACP), según la OMS, el agua potable debe ser hervida para  preparar los biberones.

Cómo preferencia, yo te recomendaría agua mineral envasada ya que conocemos perfectamente su contenido mineral, pero, con una salvedad que debes conocer.

Puedes no hervir el agua mineral y consumirlo inmediatamente.

Sería, preparar el biberón a temperatura ambiente o templarla unos segundos en el microondas, sin la tetina y consumirlo inmediatamente. Lo más seguro, (si guardas unas condiciones higiénicas adecuadas), es que no pase nada. Porque es lo que habitualmente se hace, y habitualmente no pasa nada.

Y por otra parte

Aunque la probabilidad de que un bebé pueda tener una infección grave (meningitis o enterocolitis necrotizante, principalmente) es mínima, yo te aconsejaría hervir el agua, fundamentalmente si el bebé es prematuro o de bajo peso, ya que, aunque la leche en polvo se presenta en un ambiente estéril, una vez que se abre y más si no se cierra y conserva adecuadamente, pierde su esterilidad.

Al llevar el agua a la ebullición (100ºC) e inmediatamente dejarlo enfriar entre 5 -10 minutos para que la temperatura se aproxime a los 70ºC, estamos minimizando al máximo el riesgo de infección por los microorganismos del polvo de la leche. 

A continuación mezclamos el agua con el polvo y lo enfriaremos antes de dárselo al bebé.

La duración de la ebullición debe ser como máximo 1 minuto, porque una ebullición de mayor tiempo aumenta la concentración de minerales. 

Es cierto que por un lado, al mezclar el polvo con el agua caliente, se perderán propiedades como la vitamina C y las bacterias probióticas (que mueren a temperaturas superiores a los 50º C), pero evitamos tener posibles microorganismos, que como te he señalado anteriormente son muy dañinos sobre todo en bebés prematuros y de bajo peso.

Evita también guardarlo en caliente para evitar el crecimiento bacteriano y las posibles enfermedades gastrointestinales.

Si has preparado el biberón con agua hervida y no lo vas a consumir en la próxima hora puedes meterlo en la nevera.

El contenido mineral del agua de los biberones.

El contenido mineral es muy importante, ya que para que sea considerada un agua adecuada, apta o indicada para la preparación de alimentos infantiles deben:

-Ser de mineralización no muy alta, (hasta 1.000 mg/L de residuo seco). Este tipo de agua no influye en la composición de la leche que se está preparando y además evita un exceso de carga de minerales en los riñones del bebé. 

Tener un nivel de flúor menor que 0,3 mg/L y mantener una cantidad de calcio entre 50-100 mg/L.

-Contener menos de 50 mg/L de sodio.

Con respecto al agua mineral, no es mejor el agua con menor contenido en sodio, o el agua de mineralización muy débil, pues los riñones del recién nacido y del  lactante están preparados para el filtrado, concentración y eliminación  de iones que están en cantidades moderadas.

Es conveniente conservar el agua embotellada en frio para evitar la contaminación bacteriana y una vez abierta la botella debe consumirse en menos de 24 horas preferentemente.

Preparación correcta del biberón.

Rellenaremos de agua hasta la cantidad deseada guiándote por las marcas del biberón. Completaremos con la leche en polvo.

La proporción adecuada (y más común) para la preparación de la leche en polvo es de 1 cacito por cada 30 ml de agua. 

El cacito de leche en polvo debe ser raso y sin apretar, ya que si pones más cantidad puedes causar problemas digestivos o renales, mientras que si incorporas menos cantidad al bebé le faltaría alimento. 

Cuando hayas agregado los cacitos de leche cierra el biberón. Pon la rosca con la tetina y la tapa. Agítalo bien para disolver la leche y repartir por igual el calor. Puedes utilizar las manos o un batidor especial para biberones. Después retira la tapa y procede a comprobar la temperatura en tu muñeca. 

Qué es lo que no debes hacer nunca.

NO se deben preparar biberones de 40 ml (con 1 cacito de polvo y un poquito más) o biberones de 70 ml (con 2 cacitos de polvo y un poquito más).

Eso NO existe.

Se preparan los biberones de 30 ml en 30 ml, es decir solo existen biberones de 30 ml, de 60 ml, de 90 ml, etc. Salvo indicación sanitaria expresa.

 

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